XXVII

Es una ley no escrita de la experimentación con seres vivos que todo lo que se aplica a los animales acabará aplicándose al hombre; el anexo a esta ley es que la inversa también se verifica. A modo de ejemplo, las terapias de conducta, basadas en las técnicas de refuerzo positivo, son indiscernibles de los métodos de adiestramiento y doma. En otra área de investigación, el control de plagas, es fácil comprobar cómo la utilización del zyklon B como un potente insecticida y raticida dio paso con rapidez a su utilización en las cámaras de gas, bajo la hipótesis probable de su connotación simbólica, facilidad de manipulación, bajo coste y producto higiénico. El producto siguió su andadura de las ratas a los prisioneros de los campos y acabó en otra cámara de gas, las que daban su punto final a los presos del corredor de la muerte, en aquellos estados donde era el método elegido para la pena capital. Entre los efectos, aparte de una primera sofocación, se encuentra la pérdida del control de los esfínteres por anoxia. La pirámide que formaban los cuerpos en la cámara de gas iba de los más débiles a los más fuertes, según el orden que generaba la lucha por conseguir respirar; en ocasiones, la debilidad era una ventaja, porque se producían bolsas de aire en las zonas más bajas. Es famoso el caso de una niña que apreció viva bajo una montaña de cuerpos y el dilema moral que suscitó en los guardianes. El péndulo de la historia vuelve a oscilar de los hombres a los animales. Los visones con criados en cautividad hasta que la piel adquiere un grosor comercializable. Dentro de la cámara hermética, cuando son gaseados con dióxido de carbono o monóxido de carbono, corren frenéticamente de un lado a otro y se esfuerzan por mantener los rostros por encima del nivel del gas, incluso intentan aguantar la respiración, habilidad que proviene de sus aptitudes natatorias, hasta el límite de sus fuerzas. En cambio, el único esfuerzo que ha de hacer el operario que abre la espita, o el dueño de las instalaciones, es subir las escaleras, respirando con cierta dificultad, porque el ascensor no funciona.